Me encantan las fotografías infantiles.
Compartir tiempo con los niños, descubrir el mundo que nos enseñan y vivir durante un tiemp a su manera, con sus reglas.
Muchas de mis mejores fotografías, se las debo a ellos. A esos locos bajitos que frecuentemente me rodean y con los que cualquier instante puede convertirse en un momento mágico o especial.
Me han enseñado a fijarme en cosas que de otro modo me habrían pasado desapercibidas... los juguetes, los lápices de colores, las golosinas... y de esta forma he aprendido a redescubrir el color, y a imaginar composiciones imposibles.
Otra de las cosas que suelo hacer, cuando me concentro en los detalles, es editar las imágenes desde diferentes puntos de vista. No suelo aplicar correcciones muy radicales, ni montar composiciones excesivamente complejas, porque me gusta la simplicidad, la simetría y cierto nivel de orden en las fotografías. En general huyo del planteamiento caótico, aunque también es una opción para otras cosas, desde luego.
Cuando los detalles fotografiados, forman parte de un proyecto concreto, suelo aplicarles el mismo tipo de edición que al resto, sea el que sea. Me gusta que mis trabajos presenten un aspecto cohesionado y armónico, pero
Cuando lo hago para mi, por el placer mismo de hacerlo...... suelo interpretarlo de diferentes maneras... y casi nunca sé cual elegir a la hora de publicar.
Aquí presento el mismo collage editado de dos formas diferentes. Me gustan ambas, cada una en su estilo..... pero lo importante no es que me guste a mi, sino hacerle ver al observador, que siempre hay la posibilidad de ver las cosas, desde varios puntos de vista.
Y que para cada uno de esos puntos de vista, siempre siempre hay un público...
Saludos !
