El tiempo pasa tan rápido algunas veces como lento en otras ocasiones. Es curioso darnos cuenta de que esta apreciación tan evidente, se convierte en un mantra único cuando estamos esperando a que llegue nuestro bebé.
A esta mami tan especial para mi -es mi cuñadita, la mujer de mi hermano- el tramo final de este segundo embarazo se le está haciendo eterno... (¡Y a nosotros también!) pero por diferentes razones, claro.
Ella además de toda la ilusión del mundo por tener a su niña en casa, tiene en estos momentos pre parto, las emociones a flor de piel, con lo que los días van pasando mucho más lentamente... por más que tengamos todos interés en pisar el acelerador.
A mi, fotográficamente hablando, el embarazo me parece una etapa preciosa. Es magnífico ver evolucionar el cuerpo de una mujer durante esta etapa. Y poder constatar esos cambios gráficamente me encanta.
Son imágenes increíbles, de las que forman parte de nuestra intimidad más cercana y que probablemente nunca lleguemos a enseñarle a nadie más que a los nuestros. Son, en definitiva, momentos singulares de la vida, sobre todo en esta fase final.
Las mujeres tendemos a sentirnos, a medida que avanza el embarazo,presas de una imagen que no es la nuestra, y que nos transforma el cuerpo de manera que en ocasiones nos impide ver la realidad: es circunstancial y pronto volveremos a estar como antes.
Así que,me parece imprescindible tratar a las pre-mamis, con todo el cariño y la paciencia que podamos tener en recámara. Están cansadas, les duelen las piernas, y no se sienten especialmente cómodas consigo mismas, así que... tampoco van a estar especialmente colaboradoras.
Pese a lo cual no quieren, ni deben, renunciar a este recuerdo fotográfico.
En estos casos suelo proponer un juego entre imágenes realistas, que nos ayuden a recordar, con el paso del tiempo,este momento tan importante, y otras más elaboradas, que nos ilusionen y nos animen a afrontar esta recta final con energía y optimismo.
De ahí, que entre las fotografías de arriba, en cut out, y éstas en color, haya una gran diferencia de estilo y edición. Me gusta complementar las series fotográficas mezclando ambas tendencias. Las mamás lo agradecen y yo me divierto mucho viéndolas contentas.
Otra cosa que suelo hacer, es editar la misma fotografía de dos formas diferentes y proponerle ambas. Suelen tener un criterio muy bueno, y a veces una imagen que a nosotros nos suscita dudas, a ellas les transmite mucho más de una forma que de otra.
En todo caso, la llegada a casa de un niño siempre es un motivo excelente para la celebración...
Y a mi, Cata...como Caye, su hermanita.. me va a regalar muchas tardes de imaginación y fotos.
¡Seguro.....!