domingo, 17 de marzo de 2013

Esperando a Catalina


El tiempo pasa tan rápido algunas veces como lento en otras ocasiones. Es curioso darnos cuenta de que esta apreciación tan evidente, se convierte en un mantra único cuando estamos esperando a que llegue nuestro bebé.

A esta mami tan especial para mi -es mi cuñadita, la mujer de mi hermano- el tramo final de este segundo embarazo se le está haciendo eterno... (¡Y a nosotros también!) pero por diferentes razones, claro.

Ella además de toda la ilusión del mundo por tener a su niña en casa, tiene en estos momentos pre parto,  las emociones a flor de piel, con lo que los días van pasando mucho más lentamente... por más que tengamos todos interés en pisar el acelerador.


A mi, fotográficamente hablando, el embarazo me parece una etapa preciosa. Es magnífico ver evolucionar el cuerpo de una mujer durante esta etapa. Y poder constatar esos cambios gráficamente me encanta.
Son imágenes increíbles, de las que forman parte de nuestra intimidad más cercana y que probablemente nunca lleguemos a enseñarle a nadie más que a los nuestros. Son, en definitiva, momentos singulares de la vida, sobre todo en esta fase final.

Las mujeres tendemos a sentirnos, a medida que avanza el embarazo,presas de una imagen que no es la nuestra, y que nos transforma el cuerpo de manera que en ocasiones nos impide ver la realidad: es circunstancial y pronto volveremos a estar como antes.
Así que,me parece imprescindible tratar a las pre-mamis, con todo el cariño y la paciencia que podamos tener en recámara. Están cansadas, les duelen las piernas, y no se sienten especialmente cómodas consigo mismas, así que... tampoco van a estar especialmente colaboradoras.
Pese a lo cual no quieren, ni deben, renunciar a este recuerdo fotográfico.

En estos casos suelo proponer un juego entre imágenes realistas, que nos ayuden a recordar, con el paso del tiempo,este momento tan importante, y otras más elaboradas, que nos ilusionen y nos animen a afrontar esta recta final con energía y optimismo.


De ahí, que entre las fotografías de arriba, en cut out, y éstas en color, haya una gran diferencia de estilo y edición. Me gusta complementar las series fotográficas mezclando ambas tendencias. Las mamás lo agradecen y yo me divierto mucho viéndolas contentas.

Otra cosa que suelo hacer, es editar la misma fotografía de dos formas diferentes y proponerle ambas. Suelen tener un criterio muy bueno, y a veces una imagen que a nosotros nos suscita dudas, a ellas les transmite mucho más de una forma que de otra.


En todo caso, la llegada a casa de un niño siempre es un motivo excelente para la celebración...

Y a mi, Cata...como Caye, su hermanita.. me va a regalar muchas tardes de imaginación y fotos.

¡Seguro.....!