Parece que la primavera, por fin, empieza a dar síntomas de su cercanía. Los días ya son más largos, el campo está lleno de mimosas, y los colores aún mantienen el verde fresco del final del invierno. Es un momento perfecto para coger a los niños y salir a pasear. Con amigos, a cualquier sitio que nos apetezca conocer, o simplemente a un parque cercano.
Estar al aire libre les beneficia muchísimo. Si hace sol, empezaremos a disfrutar de la energía que nos proporciona, de su optimismo y buen humor... además de hacer acopio de vitamina E.
Además, nos encontramos con escenas naturales, divertidas y románticas que siempre nos resulta agradable captar con la cámara, y que con el tiempo encontraremos deliciosas.
¿Por qué no animarnos a salir?... Lo vamos a pasar genial!

Con frecuencia, llego a la conclusión de que es más sencillo ir con tiempo y estar pendiente ... que obligarlos a hacer cosas, porque sólo conseguimos que se enfaden y que a la larga no cooperen.
Así que, lo único que necesitamos en este caso es: TIEMPO.
Llegaremos a hacernos con colecciones tan bonitas que no sabremos que hacer con ellas... ya veéis! Yo, por ejemplo suelo montar algunas en collage... dan un resultado buenísimo y en un sólo vistazo tienes el día entero.
¿No os animáis a probar?