Uno de los escenarios que más frecuentemente visitamos los padres, suele ser el espacio en que nuestros hijos realizan actividades deportivas.
Tenemos la oportunidad de fotografiar los goles de los chicos, los equipos de gimnasia, los combates de judo, las partidas de ajedrez y las carreras. La equipación que casi siempre es colorista nos da mucho juego a la hora de hacer fotografías, y por supuesto, todos sus momentos de espera, de tensión, sus éxitos, o aquellas pequeñas frustraciones que también van de la mano de la propia competición.
Este fin de semana he realizado un reportaje en una competición de Natación sincronizada, en mi ciudad, Ourense. La plasticidad de este deporte es increíble. Te regala las imágenes, porque las chicas son estéticamente muy plásticas y el deporte en si mismo es un juego contínuo de elegancia.
Pero no sólo debemos limitarnos a fotografiar a nuestros hijos en la piscina o en la cancha, sino aprovechar toda la infraestructura de alrededor para conseguir un álbum completo y divertido que nos sirva en el el futuro de recuerdo de las muchas horas que hemos compartido con ellos por uno u otro lado..
Gracias a las chicas del Club Sincro Ourense, por haberme permitido participar de este momento tan divertido como emocionante.
